martes, 20 de marzo de 2012

Nuestra aventura IV: bonjour Vietnam.

Llegamos a Hanoi el día 20 de Marzo a las 9:30 de la mañana, y allí nos esperaba un chico que envió Le, nuestra guia, porque ella estaba en la Bahía de Ha Long con un montón de familias españolas pasando el fin de semana. De todas formas, pudimos hablar con ella por teléfono cuando íbamos en el taxi y nos dio la bendita noticia de que la ceremonia de entrega sería el dia 22, en vez del dia 21, como estaba previsto. A nosotros nos alegró muchisimo que tan sólo se retrasara un dia porque pensábamos que pasariamos por el quinario que llevaban sufriendo las 7 familias que llevaban alli una semana esperando y que iban a la misma provincia que nosotros. No nos podiamos imaginar que nos unirian a todos y que al final fuera la entrega de las 11 familias juntas.

Así que llegamos al hotel y estaba desértico como podréis ver en las fotos, todos de excursión. Nos recibieron el Director del Hotel y el marido de Le, y nos ofrecieron té. Yo he de confesar que hacia como que bebía por educación, pero no me atreví.

Dia 21, pero el 20 estaba tal cual.


Salimos a dar una vuelta, la toma de contacto que la llaman y que impacto!!!!!Me suele pasar con todos los países que he visitado, pero Hanoi es la leche!! el trafico caótico de sus calles, el claxon de las motos, la gente cocinando en la calle, cortándose las uñas, escarbando cabelleras, cortándose el pelo, los olores,...Salimos a comer y nos volvimos al Hotel porque no nos atreviamos a entrar en ningún sitio. Nos dijimos que ya preguntaríamos a las demás familias que ya tenían experiencia. Asi que ese dia comimos en el comedor del Hotel. Esta era la vista desde el Hotel HoaBinh.

Dejo algunas escenas de esta pintoresca ciudad. Todos hablamos de la aventura que es cruzar una calle en Hanoi. Al principio vas "cagada", pero cuando llevas un día allí ya te parece normal y cruzas sin miedo. No te queda más remedio, sino quieres quedarte eternamente esperando que respeten un semáforo en verde o un paso de peatones.


A pesar de ese caos de tráfico, y no sé si fue porque todo lo que tenga que ver con nuestra hija, lo amamos igual que a ella, Hanoi deja huella. Será el llamado "mal amarillo" y en este aniversario es grande la nostalgia y la añoranza que se siente de aquellos maravillosos dias.
La gente siempre te sonríe, se alegran que adoptemos a sus hijos y son muy amables. En los restaurantes estaban deseando coger a nuestra hija para que comiéramos tranquilos. La trataban con mucho cariño, como si la conocieran de toda la vida.


Bueno estas fotos no tengo forma de ponerlas derechas, pero es son tan singulares como muchas de las estampas que se vieron allí. Las motos y las bicicletas tenían la capacidad de una furgoneta. En una ocasión vi una lavadora y una vaca en una moto, casi nada.



En cualquier rinconcito se montaban el chiringito. Con una mini mesa y unos minis banquitos tenían el negocio montado. Ahí servían té, o fruta o dulces.



Postura tipicamente vietnamita.
Para superar el jet-lag nos aconsejaron esperar mejor a dormir por la noche y la verdad que mejor así, porque te levantas con el ritmo normal.

El día 21 salimos para comprar las cosas para el gran día, la leche para Sara que ya nos había dicho Le cual comprar; pañales; regalos para el orfanato; Nos llevaron también a la famosa joyería a cambiar dólares en dong. La verdad que tuvimos unos guias estupendos, esas 7 familias que ahora llevamos muy cerquita del corazón. En un dia ya nos ubicaron en Hanoi perfectamente y mira que nos es fácil.
En Hanoi las tiendas están organizadas por gremios. Por ejemplo todo lo relacionado con los bebés estan en una zona determinada. La foto de abajo es la calle de los bebés como podéis ver.



Entre compra y compra una cervecita, una Hanoi beer, que rica que estaba!!


Este fue nuestro restaurante favorito. Allí comimos el primer día y allí llevábamos a todo el que llegaba porque se comía de maravilla: el francés. Además estaba en la misma calle del hotel.




Un paseito por el lago Hoan Kiem, puso punto y final al último día de dos porque al día siguiente seríamos tres.
Este lago serie escenario de innumerables paseos con carrito. Era un sitio muy romántico y como no, estaba atestado de gente.


Hasta la próxima, el gran día.



2 comentarios:

Ester dijo...

Leer todo lo que has escrito me ha transportado a mis primeros días en hanoi en nuestro viaje de novios....es todo tan real, que parece que ahora mismo este allí con ese estrés tan maravilloso que enamora al instante....esa locura de trafico y esos comercios abarrotados de todo!!!


Gracias por compartirlo...espero impaciente la siguiente entrada!

Mil besitos, Ester

laura dijo...

Me ha emocionada ver las fotos del hotel, un dia salimos huyendo de alli con el estres emocional y ahora daria lo que fuera por volver alli, a ese primer hotel....
!que ganas de volver! Me encanta ller estas esntradas y ala vez me da una nostalga que me entristece el alma!!! necesito volver y sabiendo que no sera la misma vivencia, en el fondo querria volver el mismo dia y avivir lo mismo(evitando 2 o 3 acontecimeintos jajajaj).....
un beso
laura